Por: Crianza & Salud / 05 septiembre 2022
Las frutas, verduras, cereales integrales y legumbres deben ser parte importante en la dieta de los niños y niñas, ya que tiene un alto aporte nutricional y además ayudan a que otros tipos de alimentos se digieran y aprovechen de mejor manera. Además, su consumo contribuye a que se adquieran vitaminas, minerales, fibra y otro tipo de sustancia que impactan de manera positiva en la salud.
En materia de beneficios, son varios los motivos por los cuales se sugiere tener una dieta alta en verduras:
Además de estos beneficios, las frutas y verduras también funcionan como un agente preventivo de enfermades:
Como se ha mencionado antes son muchas las ventajas del consumo de las frutas y verduras, por ende, la importancia de incentivar el consumo de estos alimentos desde la infancia. Sin embargo, es bien sabido que es muy resistido en comparación con otros productos, lo cual lleva a que en algunas ocasiones los niños y niñas tengan déficit en algunos nutrientes de gran importancia para su crecimiento y desarrollo.
Teniendo en cuenta esto presentamos algunas recomendaciones a tener en cuenta para que el consumo de frutas y verduras no sea un reto:
1. El ejemplo de los padres y/o cuidadores es fundamental.
Si los niños ven que los adultos que los acompañan son coherentes entre el promover el consumo de estos alimentos y comerlos, resultará más fácil que los niños lo hagan también.
2. Cocinar de manera aducuada los alimentos
Cuando las verduras no son preparadas de forma adecuada el sabor, el olor y la textura pueden ser desagradables, por ende es muy difícil que sean atractivas para los niños. La sobrecocción es un ejemplo muy común de preparación errónea de estos alimentos.
3. Promover el "picar" vegetales en vez de hacerlo con empaquetados u otros.
Es común tener en casa alimentos disponibles en porciones pequeñas para lo que conocemos como "picar" (consumir esporádicamente en pequeñas cantidades para mitigar un antojo). Esto puede mantenerse como una práctica saludable sin lugar de tener alimentos procesados, fritos o de paquetes se reemplazan por vegetales con complementos. Un buen ejemplo es tener trozos de zanahoria, coliflor y otros y untar con queso en crema u otras salsas hechas en casa.
4. Incluye a tu hijo en la cocina.
Con la debida supervisión y asignándole tareas muy sencillas que no pongan en riesgo su salud, es más fácil que el niño o niña se interese por ciertos alimentos. Además, su participación también le permitirá decorar y participar en el emplatado lo cual le llevará a consumir lo que tiene en el plato.
5. Combina para agregar atractivo
Cuando servimos las verduras solas es más posible que no sean apetecibles, pero cuando son combinadas con otros alimentos que sean de agrado para el niño o niña se aumenta la posibilidad de que los coman.
Algunos ejemplos son:
- Mezclarlos con una pasta.
- Incluirlos en una hamburguesa casera
- Hacer crepes, tortillas, wraps rellenos.
6. Involucra a tu hijo en las compras.
Llevar a los niños de compras y que ayuden a elegir las frutas y verduras es una manera muy buena de involucrarlos, que conozcan otros alimentos que no ha visto, que sientan su olor y formas.
7. Enseñar antes que obligar
Los niños son curiodos y tienen una gran facilidad para retener información. Es mejor contarles porqué son buenas las frutas y verduras mientras aprenden a comerlas y disfutarlas en lugar de exigirles que se las coman y hacer de su consumo algo malo u obligatorio.
Aplicar estas y otras estrategias pueden ser de gran ayuda para que el consumo de estos alimentos no sea un reto sino una experiencia nutritiva, agradeble y divertida.
Fuentes: