Por: Crianza & Salud / 12 enero 2023
Por: Asociación Americana de Psicología (APA, por su sigla en inglés)
· No están comiendo lo suficiente: se estima que entre 16 y 17 millones de niños alrededor del mundo viven en hogares en los que corren el riesgo de pasar hambre (aproximadamente uno de cada seis hogares).
· No comen suficientes alimentos saludables: se estima que uno de cada tres niños tiene sobrepeso y, aproximadamente, uno de cada seis (de 6 a 17 años) es obeso.
· No están haciendo suficiente ejercicio: solo el 30% de los niños (de 6 a 17 años) participaron en más de 20 minutos de actividad física vigorosa diariamente. Los niños necesitan hacer 60 minutos de ejercicio al día.
Beneficios mentales y conductuales
Una buena nutrición es esencial para el desarrollo saludable del cerebro en los niños, lo cual es, por supuesto, fundamental para el aprendizaje.
Es probable que los niños que hacen ejercicio regularmente y comen saludablemente puedan desempeñarse mejor de manera académica, sentirse mejor con ellos mismos, sus cuerpos y sus habilidades; hacer frente al estrés y regular mejor sus emociones, así como evitar sentimientos de baja autoestima, ansiedad y depresión. Establecer hábitos saludables de alimentación y ejercicio en una etapa temprana de la vida puede conducir a un comportamiento saludable a largo plazo en la edad adulta.
Beneficios físicos
· Los niños necesitan una amplia variedad de nutrientes (por ejemplo, proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables, minerales y vitaminas) para ayudarlos en su crecimiento y desarrollo diarios y para protegerlos de las enfermedades infantiles.
· El ejercicio diario también los ayuda a desarrollar músculos y huesos más fuertes y a limitar el exceso de grasa corporal.
· Una alimentación saludable igualmente reduce el riesgo de caries, trastornos alimentarios y conductas de control de peso poco saludables (es decir, ayunar, saltarse comidas, comer muy poco, vomitar, usar pastillas para adelgazar, laxantes o diuréticos), así como de desnutrición y deficiencia de hierro.
· La alimentación saludable y la actividad física constante ayudan a prevenir enfermedades crónicas que aparecen en la edad adulta asociadas con la obesidad, por ejemplo, enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta y varias formas de cáncer.
En la casa
· La falta de acceso a alimentos saludables y la actividad física inadecuada contribuyen a que los niños tengan sobrepeso y no reciban la nutrición adecuada para su crecimiento y desarrollo. Los niños necesitan, al menos, 60 minutos de actividad física diaria en forma de juego físico o deportes.
· Hambre: los niños que no comen lo suficiente corren el riesgo de desarrollar problemas de salud crónicos, problemas de comportamiento, dificultades académicas, ansiedad, depresión e incluso obesidad, especialmente, si solo tienen acceso a alimentos procesados de mala calidad.
· Se ha descubierto que los comportamientos de control de peso no saludables coexisten con la obesidad. Muchos adolescentes, en particular las adolescentes, tienen preocupaciones sobre su imagen corporal y se involucran en estos comportamientos que amenazan su salud física y mental.
Efectos multimedia de lo siguiente:
· La publicidad de alimentos dirigida a los niños está dominada por comerciales de alimentos poco saludables (por ejemplo, dulces, cereales azucarados, bebidas azucaradas, bocadillos procesados, restaurantes de comida rápida). La publicidad de alimentos es omnipresente y se puede encontrar en múltiples plataformas de medios (televisión, web e incluso integrada en juegos de computadora).
· La publicidad de otras industrias a menudo cosifica a las niñas y mujeres, lo que contribuye a la insatisfacción corporal, los trastornos alimentarios, la baja autoestima y la depresión.
· Ver televisión está relacionado con la obesidad infantil porque desplaza la actividad física, aumenta el comportamiento de comer bocadillos mientras se mira, expone a los niños a publicidad potencialmente dañina y reduce su metabolismo en reposo.
En la escuela
· Riesgos para el rendimiento académico: porque los niños no obtienen la nutrición y actividad física adecuadas. El hambre puede ser especialmente perjudicial para el progreso de los niños en la escuela y el desarrollo cognitivo en general.
· Sobreabundancia de alimentos poco saludables: muchas escuelas ofrecen opciones nutricionales deficientes en forma de almuerzos escolares poco saludables o, incluso, máquinas expendedoras llenas de dulces, refrigerios procesados y bebidas azucaradas.
· Falta de oportunidades para la actividad física: muchas escuelas han reducido los requisitos para un recreo diario y no priorizan las oportunidades de educación física para los niños de todas las edades.
· Comportamientos de los compañeros: los compañeros pueden servir como modelos notablemente poderosos para los niños y pueden compartir con ellos sus hábitos alimenticios o de ejercicio poco saludables.
El estigma de tener sobrepeso puede provocar angustia social y psicológica (por ejemplo, depresión, baja autoestima). El acoso y las burlas de los compañeros pueden ser particularmente perjudiciales y los maestros y el personal escolar pueden atribuir características de personalidad menos deseables a los jóvenes obesos y sus familias.
En el vecindario
· Sobreabundancia de alimentos poco saludables: hay un número creciente de comunidades llamadas “desiertos alimentarios” donde los supermercados y tiendas de comestibles son escasos o cobran precios más altos por alimentos saludables que por alimentos procesados. Además, muchas comunidades desatendidas están pobladas de restaurantes de comida rápida que, a menudo, se encuentran cerca de escuelas y parques infantiles.
· El entorno construido: la falta de parques, carriles para bicicletas, instalaciones recreativas o senderos adecuados y seguros puede restringir las oportunidades para que los niños y adolescentes hagan ejercicio.
*Recuerde: la lactancia materna puede proporcionar protección contra el desarrollo de la obesidad. Comer con sus hijos en las comidas regulares de la familia puede ayudar a establecer hábitos de nutrición positivos y pesos saludables para los niños.