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Medicinas: el modo adecuado de dárselas al niño para prevenir errores.

Medicinas: el modo adecuado de dárselas al niño para prevenir errores.

Por: Crianza & Salud / 23 febrero 2024

Si se dan del modo correcto, las medicinas le ayudarán a su hijo a recuperarse y sentirse mejor. Esta información sobre las medicinas y la manera adecuada de administrarlas fue escrita para orientarle sobre el modo adecuado de dárselas al niño para prevenir errores.


Haga preguntas

Cuando el médico recomiende darle una medicina a su hijo, ¡averigüe todos los datos! Estas son algunas de las preguntas que puede hacer: ¿Qué tipo de medicina es?, ¿para qué se necesita?, ¿qué cantidad de medicina debo suministrarle?, ¿cuándo debo dársela?, ¿por cuánto tiempo?, ¿debo despertar al niño para dársela a tiempo?, ¿puedo dársela con comida?, ¿hay algún efecto secundario o interacción con otros medicamentos?, ¿hay alguna instrucción especial que debo seguir?

Si olvida hacer algunas de estas preguntas o, posteriormente, necesita más información, llame al consultorio médico y hable con el doctor o la enfermera. El farmaceuta que prepara la medicina del niño también podría ayudarle.


Acerca de los nombres de las medicinas

Los medicamentos suelen tener dos nombres: uno genérico y uno de marca. Por ejemplo: Amoxil® es el nombre de marca de la medicina amoxicilina. Tylenol® es uno de los nombres de marca de la medicina acetaminofén. No obstante, los ingredientes activos tanto en las medicinas genéricas como de marca son los mismos.


Medicinas recetadas

Las medicinas que el doctor ordena o prescribe para ser adquiridas en una farmacia se llaman medicinas recetadas. Entre algunos de esos medicamentos comúnmente están: 

  • Antibióticos. Se usan para combatir algunas infecciones bacterianas, como la laringitis bacteriana, más no los virus, como el de los resfriados o la gripe.

  • Gotas para el oído. Se emplean para ciertos tipos de infecciones, dolor o cera en los oídos.

  • Gotas o pomadas para los ojos. Se utilizan para tratar infecciones de los ojos, alergias o problemas visuales.

  • Inhaladores. Se recetan para tratar el asma y los problemas respiratorios.

  • Rociadores nasales. Se usan para tratar la congestión nasal o las alergias.

Cremas, pomadas y lociones para la piel. Son empleadas en el tratamiento de infecciones de la piel, quemaduras, picaduras de insectos, erupciones o acné.


Lea las etiquetas

Las etiquetas de las medicinas recetadas contienen muchos datos que usted necesita. Fíjese en ellas con el fin de ubicar los siguientes datos:

  • Número de la prescripción. Usted podría necesitar este número al momento de solicitar dosis adicionales o al tramitar los formularios de seguro médico.

  • Nombre del niño. ¡Cerciórese de que la medicina es para el niño correcto! No le dé la medicina recetada a nadie distinto a aquel cuyo nombre aparece en la fórmula.

  • Nombre de la medicina. Verifique que coincida con el nombre que le dio el médico. 

  • Cantidad o cuánta medicina hay en el paquete completo. Como el número total de píldoras o la cantidad de medicina líquida.

Fecha de vencimiento. Es importante conocer la fecha en la que la medicina se vence o pierde su potencia. Las que han pasado su fecha de vencimiento deben botarse de manera segura. Consulte las instrucciones sobre cómo deshacerse de ellas sin riesgo.


Otros datos importantes a tener en cuenta:


1) Instrucciones. Le indican de qué modo debe darle la medicina al niño, como, por ejemplo: 


  • “Tomar con el alimento”. Dele la medicina a su hijo durante o después de una comida.

  • “Tomar 4 veces al día”. Esto es distinto a “tomar cada 4 horas”. Esto suma seis veces en un período de 24 horas. Por ejemplo: 6 a. m., 10 a. m., 2 p. m., 6 p. m., y 2 a. m.

  • “Tomar cada 6 horas según se necesite para aliviar el dolor”. El niño puede tomar hasta cuatro dosis de la medicina en un periodo de 24 horas, con un lapso mínimo de seis horas entre una dosis y otra. No tiene que darle la medicina si no tiene dolor.

  • “Tomar 2 píldoras oralmente tres veces al día”. Esto equivale a 6 píldoras en un periodo de 24 horas, usualmente tomadas en la mañana, al mediodía y a la hora de acostarse.

  • “Tomar 5 mL oralmente una vez al día por tres días”. Dele la medicina al niño más o menos a la misma hora por tres días.

  • “Dos inhalaciones cada 4 horas según sea necesario”. No se debe usar más de cada cuatro horas. Las medicinas no se dan “según sea necesario”, no se toman a menos que se presenten síntomas.

2) Renovación. La etiqueta mostrará el número de veces que puede renovar la medicina.

3) Mensajes especiales. El envase podría tener una etiqueta de seguridad de color brillante con información especial o instrucciones de seguimiento. Por ejemplo: manténgase refrigerada, agítese bien antes de usarse o puede causar somnolencia.


Medicinas que se venden sin receta 

​​Los medicamentos que se venden en los estantes de tiendas y farmacias se llaman medicinas sin receta médica o de venta libre. Las siguientes suelen ser las principales causas por las que se usan medicinas sin receta médica:


1. Fiebre o dolor. El acetaminofén y el ibuprofeno pueden ayudarle al niño a sentir alivio si tiene fiebre o dolor de cabeza o del cuerpo. De igual forma, ayudan a aliviar el dolor ocasionado por lesiones como golpes o torceduras, o por una vacuna. Tanto el acetaminofén como el ibuprofeno se venden en forma de gotas para bebés, líquidos para niños pequeños y tabletas masticables para niños más grandes. El acetaminofén también se vende en supositorios si el niño está vomitando y devuelve todo lo que se le dé por vía oral.

Tenga en cuenta que las gotas para bebés son más fuertes que el jarabe para niños pequeños. Por ejemplo, hay más medicina en una cucharadita o 5 mL de gotas para bebé que en una cucharadita o 5 mL de jarabe para niños pequeños. Nunca le dé a un niño la misma cantidad de gotas para bebé que de jarabe. 

Lea con atención la etiqueta de cualquier medicina y siga las instrucciones. Cada tipo de medicamento tiene distintas indicaciones basándose en la edad y el peso del niño. Es posible que tenga que consultarle al doctor cuál es la dosis adecuada para su hijo. Por ejemplo, podría preguntarle cuál es la dosis indicada de acetaminofén para un niño menor de dos años. Asegúrese de no darle una sobredosis de este. El acetaminofén es un ingrediente común en muchas medicinas con y sin receta médica (calmantes para el dolor, reductores de fiebre, medicina para la tos y el resfriado). Si su hijo está tomando más de una medicina, lea la lista de ingredientes para prevenir darle dosis dobles.

Nota: La aspirina es otra medicina para aliviar el dolor y la fiebre que usan muchos adultos; sin embargo, nunca le dé aspirina a su niño, a menos que el pediatra lo recomiende. Los niños que toman aspirina (ácido acetilsalicílico) pueden contraer una enfermedad grave llamada síndrome de Reye.


2. Resfriados y tos. Se recomienda que no se den medicinas para la tos y el resfriado a bebés y niños pequeños porque no han demostrado ser efectivas y, de hecho, pueden ser nocivas. Hable con el pediatra sobre otros modos de tratar los síntomas del resfriado, como soluciones salinas para la nariz en aerosol o en gotas, o succión de las secreciones nasales en los bebés.

3.Alergias, comezón. Los antihistamínicos, como la difenhidramina, loratadina y cetirizina, se pueden usar para tratar las secreciones nasales, el comezón en los ojos y los estornudos causados por las alergias. Igualmente, contribuyen a aliviar la comezón ocasionada por la varicela, las picaduras de insectos y otras erupciones, incluyendo la urticaria.

4.Congestión nasal. El especialista podría aconsejarle el uso de una solución nasal en gotas o aerosol para tratarla.

5. Estreñimiento. Existen muchos tratamientos sin receta médica para esta condición, incluyendo laxantes, enemas y supositorios. Llame al médico si las materias fecales del niño son muy duras o si tiene dolor o sangrado con sus deposiciones. Algunas medicinas para el estreñimiento pueden ser demasiado fuertes para los bebés y niños pequeños.

Medicinas líquidas

Estas deben medirse con mucho cuidado. Utilice un vasito medicinal o cuchara de dosificación. Las jeringas y los goteros que están marcados para dosificar las medicinas son muy apropiados para los bebés. No utilice las cucharas de mesa para medirlas, puesto que este tipo de cucharas varían de tamaño. La concentración de la medicina se puede registrar según la cantidad de miligramos (mg) contenida en cada píldora, cápsula o cantidad de líquido. Por ejemplo, en la amoxicilina de 250 mg/5 mL (250/5) significa que hay 250 mg de amoxicilina en 5 mL de líquido.

Cuándo llamar al médico

Llame a su pediatra si el niño presenta alguna de estas reacciones a una medicina:

  • Alergias. Tales como urticaria y otras erupciones, picazón por todo el cuerpo, dificultades respiratorias e hinchazón. Si ve cualquier señal de alergia, suspenda la medicina y llame al médico.

  • Efectos secundarios. Entre los más usuales figuran malestar estomacal leve o diarrea. Llame al pediatra si su hijo tiene diarrea fuerte o está actuando de manera extraña (confundido, es difícil despertarlo, agitado, etc.). Así mismo, llame si su hijo vomita o escupe la medicina. Antes de volver a dársela, consulte con el especialista o la enfermera sobre la cantidad necesaria para reemplazar la cantidad perdida. Si su hijo se niega a tomar la medicina o la escupe, pregunte si se la puede ofrecer en otra forma o sabor. Algunos niños prefieren tabletas masticables, mientras que otros prefieren líquidos. En algunas ocasiones el doctor puede cambiarla por otra que tenga mejor sabor.


Qué hacer en caso de errores con las medicinas

Si se presenta esta situación, debe llamar al servicio de urgencias y allí le dirán qué hacerle al niño y si debe observarlo en casa o llevarlo a un hospital. En caso de que el niño no esté respirando, no se despierta o tiene convulsiones debe llevarlo inmediatamente al centro de urgencias más cercano.


  • Una intoxicación con medicina puede ocurrir por estos casos: tomar demasiada medicina, tomarla con mucha frecuencia, ingerir la equivocada o la que se le recetó a otra persona. 

  • Cómo prevenir equivocaciones, errores o accidentes con los medicamentos:

    • Mantenga los medicamentos en un lugar alto, fuera del alcance y la vista de los niños. Esto incluye las medicinas que se guardan en el refrigerador.

    • Mantenga las medicinas en sus recipientes originales después de abiertas.

    • Cierre los medicamentos con tapas a prueba de niños.

    • No diga que la medicina es un “caramelo”.

    • Evite tomar su propia medicina frente a los niños, pues a ellos les encanta imitar.

    • Para el suministro de medicinas líquidas use la jeringa, la cuchara o el vasito de dosificación que vienen con estas.

    • Asegúrese de que el médico sepa cuáles son todas las medicinas sin receta, con receta médica y remedios de hierbas que su hijo toma.

    • Lleve todas las medicinas que su hijo toma o una lista de ellas a cada consulta con el pediatra.


Advertencia sobre los remedios caseros y de hierbas

Algunos padres creen que los remedios caseros o hechos con hierbas son más seguros por ser naturales. Las medicinas de hierbas contienen químicos de plantas y pueden causar algunos de los mismos efectos secundarios que las medicinas con receta y sin receta. Los productos de hierbas no son puestos a prueba del mismo modo que las medicinas, así que puede ser difícil saber exactamente qué contienen o en cuánta cantidad. Hágale saber al médico sobre cualquier remedio de hierbas que esté tomando su hijo. Algunos de estos no se deben tomar junto con otras medicinas.

No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales el pediatra podrá recomendar con base en los hechos y circunstancias individuales.


Por: Academía Américana de Pediatría







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