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Suicidio: conocer para prevenir

Suicidio: conocer para prevenir

Por: Crianza & Salud / 13 febrero 2023

El suicidio es un problema de salud pública que debe trascender a todas las personas de manera indistinta y no solo quedarse en manos de los profesionales de la salud. Para su prevención y tratamiento es necesario que se involucren los centros educativos, profesores, cuidadores, fundaciones, padres de familia, Gobierno, los medios de comunicación y la sociedad en general.

Cada año cerca de 700.000 personas mueren por causa del suicidio a nivel mundial, según cifras a 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, en la actualidad aún existe mucha desinformación con respecto a cómo trabajar en la prevención y el manejo de los casos cuando se presentan. Y es que el desconocimiento de los signos de alerta es uno de los factores principales que contribuyen a que no se tomen acciones a tiempo, favoreciendo de esta manera que se presenten mayores casos efectivos.

En la población infantil, lamentablemente, esta es una realidad que se está dando con mayor frecuencia y que cada vez está cobrando más vidas. Solo en Colombia, las muertes por suicidio en niños, niñas y adolescentes (NNA) pasaron de 200, en 2021, a 236, en 2022, de acuerdo con las cifras de septiembre del Boletín Estadístico Mensual de Infancia y Adolescencia, realizado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF).

Estos datos ya de entrada son alarmantes y más aún si se tiene en cuenta que “por cada suicidio consumado hay muchas tentativas de suicidio, como lo aclara la OMS. Por ello, nuestro llamado es a reaccionar no solo por los hechos bajo los cuales se están presentando este tipo de sucesos, sino también por las políticas y estrategias que se deben llevar a cabo para ayudar a reducir su incidencia.

Conocer para prevenir

Es importante entender que el suicidio no es algo que sucede de un momento a otro; siempre está precedido de una serie de situaciones y hechos que conducen a la persona a tomar esa decisión. Al respecto, la psiquiatra Paola Pacheco, con fellow de Psiquiatría de Niños y Adolescentes, nos indica que hay un proceso que se da en tres fases así:

Ideación

Planificación

Intento

En esta etapa la persona tiene pensamientos acerca de cómo podría ser y qué consecuencias habría. Generalmente, no son ideas concretas del cómo realizarlo, sino que se centran más en qué podría pasar si lo hiciera.

Aquí la persona considera posibles métodos para llevar a cabo el suicidio, así como el momento o lugar. Así mismo, es probable que contemple algún tipo de forma de despedida o aviso a sus familiares o

seres queridos.

En esta fase se llevan a cabo las acciones consideradas durante la planificación causando algún tipo de lesión independientemente de que se termine o no con la vida de la persona.

Conocer estas etapas es de gran ayuda, ya que, generalmente, alguien que está considerando el suicidio puede manifestar algún tipo de señal como parte de sus conversaciones o conductas.

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Factores de riesgo

Según la especialista, existen una serie de factores de riesgo que pueden potenciar el aumento de suicidios en los NNA:

·         Enfermedad mental: 

- Alrededor del 70% de los NNA que han intentado suicidarse o se suicidaron tenían
algún trastorno mental.

·         Factores genéticos: 

- Hay “familias suicidas, es decir, aquellas que, por generaciones, han presentado casos de suicidio.

·         Factores socioeconómicos y culturales:

- No se tiene acceso al sistema de salud para recibir tratamiento y ayuda.

- Hay una limitación en la alimentación, lo cual causa problemas nutricionales y de desarrollo en los NNA.

- Existen casos cercanos o conocimiento de suicidios, lo cual, igualmente, puede marcar a los NNA.

·         Factores interpersonales:

- No hay una buena red de apoyo familiar.

- La socialización es baja como consecuencia de la sobreprotección, evitando que los NNA interactúen con otros pares.

- Hay terminación de relaciones afectivas.

- El niño o adolescente tiene baja autoestima.

Aspectos para tener en consideración

A su vez, la Dra. Pacheco nos comparte una serie de consejos y recomendaciones para ayudar a nuestros NNA:

1.      Analizar su entorno y comportamiento

Es esencial identificar si el niño o niña presenta síntomas de vulnerabilidad y cómo afronta los problemas. Cuál es su comportamiento ante la sensación de sufrimiento, ira, impulso, tristeza absoluta o vacío. Así mismo, es necesario tener presente el contexto familiar: ¿hay casos de depresión?, ¿familiares con antecedentes de ansiedad?, ¿alguien consume mucho alcohol? Estos y otros factores pueden ser determinantes a la hora de prevenir un posible caso.

En estas circunstancias es clave que los padres y madres también hagan una evaluación y establezcan si alguno de sus hábitos, conductas o trastornos son un riesgo potencial para sus hijos. De igual forma, los cuidadores deben estar atentos ante cualquier señal de abuso o maltrato escolar, o si detectan algún tipo de violencia intrafamiliar, física, psicológica o sexual.

2.      Prestar atención permanentemente

Conocer los intereses de los niños, niñas y adolescentes es fundamental, ya que, además de permitir una mejor relación entre padres e hijos, igualmente ayuda a verificar si se presentan cambios y de qué tipo. Es imprescindible fijarnos en aspectos de su vida diaria como, por ejemplo, qué música escuchan, qué programas ven, cuáles son sus videojuegos favoritos, con quién están socializando, si hay cambios frecuentes en su alimentación, si están consumiendo drogas, etc.

Si observamos que hacen representaciones gráficas de tragedias, lágrimas, sobre la muerte u otros elementos relacionados, o si notamos que escucha música depresiva o con mensajes violentos es crucial tomar acciones inmediatas, pues estas son formas de expresión significativas por medio de las cuales demuestran sus emociones. Por lo tanto, no se deben tomar como algo sin mayor trascendencia.

3.      Redes sociales ¿suman o restan?

En las redes sociales hay mucha presión y la falta de filtros está generando un alto impacto en los casos de suicidio.

Si las redes sociales hacen que el niño pueda socializarse, sentirse en grupo y aceptado, es bueno y recomendable que tenga acceso a ellas. Pero si, por el contrario, empieza a desarrollar sentimientos de rechazo, a sentirse vacío y se compara de forma negativa, no es saludable y lo más recomendable es que se establezcan límites estrictos. De cualquier manera, siempre debe haber supervisión sobre ellas.

4.      Presión de grupo

La adolescencia es una etapa de la vida muy importante para identificarse con el otro y con los grupos. Por esta razón, los adolescentes con vulnerabilidades son más propensos a adherirse a grupos en los que no importa si se asumen conductas de riesgo. Adicionalmente, tienden a generar mucha lealtad con ellos, facilitando que se expongan a acciones riesgosas para pertenecer o mantenerse allí. Como, por ejemplo, cuando se ven motivados o presionados a participar en los famosos “juegos o retos como el de “la ballena azul o el “Momo, entre otros,  los cuales son sumamente peligrosos, incluso al punto de llevarlos a la muerte.

5.      No omitir detalles

Padres, madres y cuidadores: no olviden hacerles seguimiento a todos los factores de riesgo y a las conductas que entiendan como “inusuales. Es primordial estar atentos a expresiones como: “¿Ya para qué?, “si me muero ¿a quién le importa?, etc., pues estas hablan de su estado de ánimo y han formado parte de muchos de los discursos de los NNA que han intentado suicidarse.

Al respecto, la Dra. Pacheco indica que “es importante prestarle también mucha atención a los indicios de autolesión o cutting, ya que es una manera de enfocar el sufrimiento que tienen con el sentido físico más allá de lo emocional, además de que, algunas veces, este acto viene influenciado porque vieron a alguien más que lo hizo.

Cuando un niño no muestra mucho interés en su futuro, se expresa constantemente con frases negativas o presenta desánimo ante lo que se le ofrece, esto puede considerarse como una alerta y se sugiere acudir a un especialista o profesional de la salud. En estos casos, un buen entorno familiar es un factor determinante.

Líneas de ayuda

No debemos esperar a que las cosas pasen para actuar. Si usted o sus hijos requieren atención por intención de suicidio, en Colombia están habilitadas distintas líneas telefónicas en las que profesionales los atenderán en caso de necesitar ayuda:

·         Bogotá: línea 106 - WhatsApp: 3007548933 - 3012761197

·         Cali: línea 106

·         Barranquilla: línea de la vida: 3399999 - 3153002003

·         Cartagena: 3137042350

·         Medellín: línea amiga: 4444448

*El listado general por regiones está en este link del Ministerio de Salud


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